En el marco de un nuevo aniversario del movimiento Ni Una Menos, las organizaciones de mujeres y disidencias dijeron presente en las calles de la capital salteña. Esta vez tuvo el añadido de ser la primera movilización masiva tras la aprobación por parte de las cámaras legislativas de la provincia de la ley que regula el derecho a la protesta social.
El repudio a la aprobación exprés de esta norma se manifestó a través de carteles, como uno que decía: “Sr. Gobernador: las mujeres no pedimos permiso para marchas #Derogación ya de la ley antipiquete”, o cantos: “Yo sabía/ yo sabía/ que a los funcionarios/ los cuida la policía/ yo sabía”.
En ese tono, el momento más fuerte de la manifestación se produjo en las puertas de la Legislatura, donde se escucharon con más fuerzas las cientos de voces de mujeres que nuevamente cantaban contra la normativa que aún espera la promulgación o el veto del Ejecutivo provincial: “Traigan al gorila represor/ para que vea/ que el pueblo no cambia de idea/ pelea, pelea por su dignidad”. En el ímpetu de la movilización fueron derribadas dos de las vallas que aún redeaban el palacio legislativo desde el jueves pasado, día en que el Senado aprobó con 11 votos a favor y 10 en contra la “Ley de convivencia y conciliación ciudadana”.
Para Carmen Chuchuy, presidenta de la Fundación Gema, la aprobación de una ley que limita las protestas representó un “golpe bajo” a la ciudadanía en general. Señaló en ese sentido que en el caso específico de las organizaciones de mujeres, disidencias, feministas y transfeministas, las movilizaciones y las protestas han significado un espacio pleno de defensa y conquista de derechos. Se preguntó: “¿acaso vamos a tener que salir a pedir permiso para marchar frente a todas y múltiples desigualdades que tenemos las mujeres en Salta?”.
Chuchuy adelantó que la ley no frenará las protestas: “Cuando suceda un femicidio, ¿qué vamos hacer? Vamos a salir”, aseguró. Según el mapeo que realizó la ONG y los datos relevados por este medio, en lo que va del año hubo 12 muertes de mujeres que están en investigación. Chuchuy dijo que de ese total, contabilizaron 6 suicidios femicidas, lo que para la organización es un dato alarmante y cuestionó que aún no haya un marco normativo que ponga el foco en los motivos de estos suicidios. Para Chuchuy, “las mujeres expuestas a las múltiples violencias, ven como el único camino el suicidio” y ese es un aspecto que la administración de justicia no está tomando en cuenta.